Viajamos a los años 40, donde los predecesores de la empresa crearon un taller de chapa, pintura y fabricación de autobuses. Un negocio que se sustentó con total solvencia un cuarto de siglo.
En 1990 se acontece la división de los dos herederos Matias García. Los hermanos emprenden caminos diferentes en sectores estratégicos. Cristian, el fundador de CMG, siguiendo con su dinastía de basculantes se especializa en sistemas hidráulicos ofreciendo servicio técnico a vehículos feriantes, ambulantes, portacoches, etc.
Tan solo tuvieron que pasar 9 años para que CMG se instaurara en la cima de la reparación de plataformas elevadoras. Muchas fueron las innovaciones, tantas que algunas lo siguen siendo hoy en día como es el caso de la asistencia en carretera. Aunque sin lugar a duda la más destacable fue el gran abaratamiento de la tecnología inalámbrica; se desarrolló un sistema que conseguía implementar en un simple mando de garaje todo lo necesario para controlar cualquier plataforma elevadora por compleja que fuera. Ambos ingenios atrajeron a muchísimos clientes, 20 años más tarde algunos de ellos siguen con nosotros.
En 2015 se abrió una nueva etapa con la incorporación de Carlos Matias, el hijo del fundador de CMG. Un nuevo rumbo surgió de ésta fusión, por ello y tan solo 2 años más tarde el crecimiento es tan exponencial que la empresa decide centralizar el almacén y taller, en una sola zona, para agilizar reparaciones y asistencia en carretera
El mundo del motor legitimó el cambio que perdura hoy en nuestros días y las grandes potencias automovilísticas obligaron al sector a dar un giro de 360º . Reinventarse o morir, aunque no fue difícil dada la experiencia y los contactos adquiridos. Por ello, en 1965 se constituye un taller de camiones basculantes que contaba con la preeminencia de ser distribuidor de la zona levante de las marcas Marrel y Taka, siendo de ésta última la responsable nacional.
Casi quince años más tarde, en el año 1979 el taller incorpora el servicio técnico oficial de gruas Palfinger, abriendo la puerta a los sistemas hidráulicos, cimiento fundamental de nuestra actual empresa. Por aquel entonces el negocio había pasado de padres a hijos en dos ocasiones, es decir, dos generaciones.
En 1990 se acontece la división de los dos herederos Matias García. Los hermanos emprenden caminos diferentes en sectores estratégicos. Cristian, el fundador de CMG, siguiendo con su dinastía de basculantes se especializa en sistemas hidráulicos ofreciendo servicio técnico a vehículos feriantes, ambulantes, portacoches, etc.
Tan solo tuvieron que pasar 9 años para que CMG se instaurara en la cima de la reparación de plataformas elevadoras. Muchas fueron las innovaciones, tantas que algunas lo siguen siendo hoy en día como es el caso de la asistencia en carretera. Aunque sin lugar a duda la más destacable fue el gran abaratamiento de la tecnología inalámbrica; se desarrolló un sistema que conseguía implementar en un simple mando de garaje todo lo necesario para controlar cualquier plataforma elevadora por compleja que fuera. Ambos ingenios atrajeron a muchísimos clientes, 20 años más tarde algunos de ellos siguen con nosotros.
En 2015 se abrió una nueva etapa con la incorporación de Carlos Matias, el hijo del fundador de CMG. Un nuevo rumbo surgió de ésta fusión, por ello y tan solo 2 años más tarde el crecimiento es tan exponencial que la empresa decide centralizar el almacén y taller, en una sola zona, para agilizar reparaciones y asistencia en carretera